jueves, 16 de agosto de 2012

Que el sol no destruya tu sombra

Acá retomamos un poco nuestra serie de entradas Pequeño Deseo, estamos en medio de algunas mejoras técnicas en nuestras webs que en breve modificarán nuestra interfaz, pero los interlocutores no abandonaremos el diálogo.


La idea entonces es retomar una carta que recibimos de Juan Der Hairabedian, en ocasión de su artículo sobre Arte Joven para nuestro número 14, en agosto de 2010. El texto completo lo vamos a linkear en breve, cuando terminen las remodelaciones en nuestra página. [Texto completo acá].
Vale aclarar entonces que la nota que él mismo escribió se llama "Arte Joven, ¿Lo anterior al Arte Adulto?", y la yapa resultaron ser unos textos que él encontró en internet, y prologa con esta carta.



Es una feliz coincidencia haber encontrado estos textos en el momento que "Un pequeño deseo" dedica un número al tema. De hecho, quienes nos encontramos involucrados en una actividad, profesión, o como queramos llamarlo -según los vaivenes de las circunstancias y del ánimo- como lo es la producción artística, con todas sus peculiaridades, recurrentemente nos vemos llevados a interrogarnos sobre el sentido que tiene sostenernos en lo que hacemos. Sin embargo, la mayoría de las veces la pregunta es solitaria y se replica, también de modo solitario, aislado, en cada uno. Es claro que hay necesidades, pero ¿habrá fórmulas? Salvando las diferencias, es llamativo y hasta revelador, al menos en estas tres cartas dirigidas al 'joven artista', cómo muchos de los tópicos son más o menos recurrentes en otras latitudes del planeta como en la nuestra. Y también las dificultades. Quizás esa recurrencia, por tratarse de reflexiones en escritura epistolar y basada en las propias experiencias, sorprende también por el tono de alta humanidad que hay en ellas.